El antiguo Palacio Imperial chino, tiene 9.999 estancias y muchas todavía no pueden ser visitadas.
Dicen que la Ciudad Prohibida de Pekín, el antiguo Palacio Imperial
chino, tiene 9.999 estancias y que muchas todavía no pueden ser
visitadas por los turistas.
Esto, a pesar de que cuatro de ellas, que
en su día fueron residencia de las emperatrices y concubinas, acaban de
ser abiertas al público.
Las habitaciones, tras un lustro de trabajos de restauración, se
encuentran al oriente de los principales recintos del palacio, en el eje
central, y desde este mes permiten a los visitantes echar un vistazo a
uno de los lugares menos accesibles de la Ciudad Prohibida. Tanto, que
ni el emperador lo frecuentaba.
Se trata de una zona en la que las emperatrices y concubinas del
emperador residían y llevaban a cabo rituales religiosos, especialmente
durante la dinastía Qing (1644-1911), la última de las dos que hicieron
de la Ciudad Prohibida su morada.
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